BNHA: Yo soy Reiji Toga

Cuando la orden fue dada, todo el cumulo de aspirantes salieron disparado como una turba desprovista de cerebro. Reiji observo con calma, avanzando con paso lento. Sabia que esto era pan comido para él, no tendría el más mínimo problema en cumplir con su cuota de puntos.

'Me concentrare en salvar a algunos, eso me sumara puntos extras. Además, estoy seguro de que me están vigilando, no me creo que vine pasando desapercibido por todos los personajes de la U.A' Pensó viendo de manera casi imperceptible a la cámara oculta entre las piedras.

Los sonidos de combate y explosiones no se hicieron esperar.

Avanzó por una calle lateral, evitando el centro donde la mayoría se concentraba. Alcanzó a ver a Kirishima peleando con entusiasmo, derribando un par de robots de un punto con gran eficiencia.

"¡Cuidado!"

Pero lo que más le llamó la atención fue un grupo de tres postulantes más jóvenes siendo rodeados por dos unidades de tres puntos que los habían superado en velocidad. Uno de los robots levantó una extremidad con filo cortante. Listo para golpear fuertemente a uno de los tres postulantes.

Reiji corrió. Sin usar sangre todavía. Tomó una barra metálica caída de una estructura colapsada y la arrojó con precisión, desviando el golpe justo a tiempo. Luego se deslizó por el suelo, pateó una de las articulaciones del robot más cercano y remató golpeando su sensor principal con una roca a presión. El segundo apenas se giró antes de recibir un codazo en su punto de soporte.

Cuando cayo, giro sobre su propio eje y golpeo el punto débil. 

'6 Puntos y quien sabe cuantos por salvar a estos 3'

Los tres aspirantes lo miraron, sorprendidos. Reiji apenas les dirigió la mirada y siguió su camino, observando como algunos de los aspirantes eran reducidos por los robots y el acudía a ayudar. 

Este patrón se repitió un par de veces más. Reiji apenas utilizó su Quirk, solo lo necesario para bloquear un golpe que no alcanzaba a tiempo o lanzar una lanza de sangre comprimida hacia algún robot que intentaba aplastar a un postulante desprevenido. 

Los puntos aumentaban, incluso aunque él solo se concentraba en salvar. Le parecía absurdo ver cómo la mayoría actuaba como si se tratara de una competencia a muerte, ignorando los gritos de ayuda por alcanzar un par de puntos más.

"Idiotas…" Murmuró, empujando con el hombro el torso caído de un robot tipo dos que acababa de desactivar.

Fue en ese momento que lo sintió.

Una ráfaga de viento descendente, pesada. Un crujido seco. Reiji giró sobre sus talones justo a tiempo para ver cómo un dron volador de un metro de grande, descendía del cielo girando sus hélices invertidas como cuchillas. Se desplazaba como un ave de presa, directo hacia un grupo de cuatro postulantes atrapados entre restos metálicos.

'Eso... ¿Qué mierda es?' Pensó con los ojos entrecerrados. Al notar la trayectoria, generó un látigo delgado de sangre desde su palma y lo usó para atraer una placa de metal a toda velocidad. La lanzó como escudo. El impacto del dron fue brutal, pero no alcanzó a tocar a nadie. El aparato rebotó, girando sobre sí mismo.

"¡¿Qué fue eso, estaba en la explicación?!" Gritó una voz entre el grupo salvado.

No respondió. Dio media vuelta, observando con seriedad la trayectoria del dron que ahora parecía reconfigurarse para un nuevo ataque.

'¿Un enemigo nuevo? ¿Para que?' Pensó molesto, no conto con esto específicamente. Además parecía haber atacado sospechosamente cerca de él. Antes de que el dron se levantara, Reiji les clavo múltiples lanza para neutralizarlo.

'¿De verdad crearon un nuevo modelo para probarme, o es solo una coincidencia?' Antes de que su duda fuera respondiera, apareció un robot de dos puntos atrás suyo, listo para golpear. Lo esquivo sin mirar y lo derribo sin ningún problema.

Observo las calles a su alrededor, este era el único modelo igual. Decidió ignorarlo por ahora, y siguió con lo suyo.

Avanzó entre los restos de estructuras derrumbadas, esquivando con fluidez fragmentos, vigas rotas y robots menores que ya no representaban ningún desafío real. Reiji iba sumando puntos casi sin querer. Su prioridad seguía siendo salvar a los demás, mantener un perfil bajo y no dejar que su sangre hiciera de las suyas. Todo marchaba bien… hasta que algo cambió.

Una vibración pesada se propagó por el concreto. 

Después otra. Y otra.

Giró con rapidez. Sabiendo que perfectamente que podría ser realmente, pero sus ojos se agrandaron ligeramente al notar lo que realmente estaba sucediendo.

A lo lejos, a través del humo y el caos, tres robots de cero puntos emergieron al mismo tiempo desde sectores distintos del terreno de prueba. Cada uno de ellos descomunal, mecánicamente perfecto en su agresividad. Los otros aspirantes comenzaron a gritar y a huir. Incluso los más valientes se replegaron sin dudarlo.

Reiji frunció el ceño. Eso no era normal. No se suponía que aparecieran varios a la vez, ya uno solo representaba una gran amenaza para todos los postulantes. Ni que decir de tres.

Los robots no se desviaban. No cambiaban su curso. No atacaban al azar como en simulaciones anteriores. Todos se dirigían hacia él.

Un zumbido agudo le atravesó los oídos. No tuvo tiempo de volverse.

Desde una compuerta elevada al este del campo, un enjambre de drones descendió como una lluvia mecánica. Diez, doce… quizá más. Cada uno giraba sus hélices invertidas con agresividad, como si fueran cuchillas. 

A gran velocidad se dirigieron justamente a Reiji, el cual frunció el ceño.

'Esto ya no es parte del examen…'

La sangre brotó sutilmente de su antebrazo derecho, formando un disco curvado que giró sobre su palma. Lo lanzó como un frisbee a alta velocidad. Impactó de lleno en el primero del grupo, que explotó en una lluvia de fragmentos metálicos. Los siguientes se separaron para evitar el impacto, pero Reiji ya se movía.

Saltó hacia atrás, cayendo sobre una columna medio colapsada. Desde allí, extendió los dedos. De su espalda surgieron dos filamentos de sangre, finos como hilos tensados, que se dispararon hacia dos drones que lo flanqueaban. Los enredó por sus hélices, giró el torso con violencia y los estrelló entre sí.

'¿Estas cosas van a matar? ¿Esto es legal?'

Un robot clase 1 apareció en su punto ciego. Reiji lo supo por el silbido de su servo. Giró, flexionó la pierna y clavó un dardo de sangre sólido en su sensor ocular, derribándolo antes de que pudiera levantar el brazo.

Otro de dos puntos venía por la izquierda. Reiji lo dejó acercarse. Cuando el brazo hidráulico bajó para golpearlo, endureció una delgada línea de sangre a la altura del cuello del robot como una cuchilla fija. El mismo impacto hizo que el propio enemigo se cortara el 'cuello' al atacarlo.

Los aspirantes alrededor gritaban y corrían.

"¡¿Por qué todos van a él?!"

"¡Corre, estúpido!"

Reiji los ignoró.

Flexionó las piernas. La sangre se acumuló ahora en su muslo, formando un resorte de gran tensión contra el suelo. No para pelear cuerpo a cuerpo, sino para ganar impulso.

Saltó.

Desde el aire, extendió ambos brazos y generó una red de púas de sangre que se curvaban como látigos en espiral. La lanzó hacia el enjambre, atrapando a tres drones en pleno vuelo. El impacto los desestabilizó y los arrastró hacia el suelo.

Aterrizó sobre uno de ellos. El metal crujió bajo su peso.

El resto de drones se detuvo.

En el horizonte del campo, los robots de cero puntos comenzaron a moverse.

Tres.

No. Cuatro. Uno más había aparecido cuando los postulantes despejaron la zona.

"Tsk, esto ya no es parte de ningún examen de ingreso" Murmuro molesto.

Corrió. Y mientras lo hacía, moldeó una lanza de sangre desde su antebrazo izquierdo, más delgada y hueca por dentro, lo que le permitió usarla como canal de presión interna. Al clavarla en el suelo frente a él y liberarla como un resorte, fue impulsado por el aire justo cuando el primer cero puntos descargaba su puño contra el concreto.

Desde arriba, lanzó una lluvia de estacas de sangre con punta dentada. No buscaba detenerlos, solo ralentizarlos.

'Me están probando. Esto es una medición de control, presión, decisión… Aizawa. O tal vez Nezu. O tal vez ambos...'

El enjambre de drones reapareció, ahora rodeándolo en formación circular.

'Si quieren probar mis limites, esto no es suficiente... Pero dejare que se diviertan. Después de todo no tengo nada que ocultarles'

Cerró los ojos un instante. Cuando los abrió, una red de sangre cristalizada ya se estaba formando en todo su cuerpo, formándose lentamente una armadura al estilo de un puercoespín al rededor suyo. La sangre usada era fina, pero no era precisamente para defenderse.

Giró el torso. Y cada púa salió disparada con precisión. Y en un solo movimiento, los disparó como metralla precisa, alcanzando los drones en distintos ángulos.

Explosiones. Caídas. Chispas.

Los robots de cero puntos se acercaban cada vez más. Reiji aterrizó de pie, resbaló en el concreto polvoriento, y se sostuvo clavando una estaca de sangre en el suelo como freno. Después de lo de Katsuki, su control había mejorado bastante y la sangre que ocupo ahora no se equiparaba a la mitad de lo que ocupo esa vez... 

Podía continuar sin problemas, todavía con el control de sus instintos. De cualquier modo, todavía tenia el dispositivo que le dio Mei.

Los robots de cero puntos se acercaban como titanes mecánicos, haciendo temblar el suelo a cada paso. Uno de ellos, el más cercano, levantó su brazo hidráulico con el chillar propio de sus articulaciones.

Reiji lo miró, inmutable.

Flexionó una pierna y se impulsó hacia un costado, justo cuando el brazo del robot caía. El golpe impactó la calle, levantando una lluvia de concreto y humo. Reiji emergió por un lateral, empezando a escalar por el are, usando parte de su sangre como plataforma. Acercándose rápidamente al 'rostro' del 0 puntos y puso su mano sobre el frio metal, una delgada linea de sangre atravesó la estructura de lado a lado, antes de que púas se expandiera desde adentro de la cabeza del 0 puntos.

La explosión no se hizo esperar, Reiji contaba con eso y se protegió con una fina capa de sangre. Usando el impulso, se direcciono nuevamente a otro 0 puntos. Pero antes de poder aterrizar, un nuevo dron apareció. Algo destrozado pero todavía funcional.

Reiji giró en el aire, corrigiendo su trayectoria con una hebra de sangre que lanzó como látigo hacia una farola doblada. La agarró con precisión y cambió su dirección en una parábola descendente, esquivando por centímetros el zumbido cortante del dron volador.

La máquina intentó seguirlo, pero una lanza de sangre en espiral impactó su hélice trasera, haciéndolo girar sin control. El aparato cayó detrás de él con una explosión seca.

Reiji aterrizó sobre el hombro de otro robot de cero puntos. Se agachó para ganar impulso y deslizó una estaca delgada por una abertura en la carcasa del cuello mecánico. Esta vez no explotó. En su lugar, la sangre se expandió como raíces internas, bloqueando el flujo de energía hacia los servomotores de las extremidades.

El titán se congeló.

Con un último salto, Reiji se alejó, y el gigante metálico colapsó como un edificio viejo.

El último robot de cero puntos se detuvo con un quejido metálico justo antes de levantar su brazo. Luego, como si una orden invisible hubiera cortado el hilo de control, sus luces parpadearon y se apagaron, colapsando lentamente hacia un costado con un estruendo sordo.

Piiiiiiiiiiiiii—

El pitido agudo del sistema retumbó en cada rincón del campo de batalla, una señal inequívoca: el examen había terminado.

Reiji permaneció inmóvil unos segundos más. La adrenalina todavía latía en sus venas, pero su respiración, aunque controlada, mostraba signos de fatiga.

No había llegado a su límite… pero tampoco estaba ileso.

Sentía las articulaciones algo tensas, los músculos de los antebrazos palpitando tras el uso repetido de su Quirk. Había gastado más sangre de la que le hubiera gustado. No lo suficiente para marearse, pero sí para dejarle una sensación de vacío bajo la piel.

Aun así, había controlado sus impulsos.

Caminó entre los restos de drones y robots derribados, ignorando las miradas a distancia. La mayoría de los estudiantes no se habían atrevido a acercarse durante la prueba. Algunos lo observaban ahora con una mezcla de respeto y miedo.

"¡Espera, espera!" Una voz entusiasta lo sacó de su pensamiento.

Kirishima se acercó corriendo, jadeando aún por el esfuerzo de su propia batalla. Tenía el uniforme polvoriento y un corte leve en la ceja, pero su sonrisa era tan genuina como su voz.

"¡Eso que hiciste, hermano, fue brutal! ¡Parecías un maldito héroe profesional allá arriba! ¡Te lo juro, pensé que esos drones iban a cortar a todos!"

Reiji lo miró de reojo, sin detenerse del todo.

"No fue la gran cosa"

"¡¿Qué?! ¡Te enfrentaste a tres ceros puntos, los drones nuevos y esos brazos mecánicos raros! ¡Lo vi todo!" Insistió Kirishima, su expresión reflejaba la emoción y el respeto por Reiji.

Reiji solo resopló por la nariz y siguió caminando hacia la salida del campo. Kirishima se quedó allí unos segundos más, rascándose la nuca, sin entender por qué alguien se iría tan serio tras una actuación así.

Antes de que pudiera alejarse del todo, una sombra baja y conocida lo interceptó.

"No esperaba verte tan entero" Dijo Recovery Girl, apoyándose en su bastón mientras lo escaneaba con la mirada.

Reiji se detuvo. Por primera vez en todo el examen, relajó un poco los hombros.

"Me vendría bien… un poco de ayuda" Admitió, sin alzar demasiado la voz. Sabia perfectamente el Quirk de la persona frente a él, y porque estaba justamente en el lugar.

Recovery Girl asintió con una sonrisa sabia y, con un leve beso en su mejilla, activó su Quirk. El cosquilleo reconfortante recorrió su cuerpo al instante, soltando la tensión acumulada en sus brazos y espalda. 

"Has gastado bastante sangre, jovencito. Tendrás que comer mucho cuando llegues a casa"

Reiji asintió, aún sin mirarla del todo. Podía sentir como su regeneración se aceleraba al doble con el evento de Recovery... Incluso al triple, la perdida de sangre que había sufrido se había suplido de forma casi instantánea.

"Gracias. Pero tengo una pregunta"

Recovery Girl levantó la vista, curiosa.

"¿Por qué tantos?" Murmuró Reiji. Su tono era seco, pero no agresivo. Sabia que Recovery no era la responsable de nada, pero tal vez podría darle respuestas inmediata "No me refiero a los drones… hablo de la cantidad total. Robots de cero puntos, enjambres automatizados, objetivos secundarios… Esto no fue un examen normal"

Sus ojos naranjas se clavaron en los de ella.

"Podían haber puesto en peligro a los otros aspirantes. Muchos no estaban preparados para eso"

Hubo un momento de silencio. Recovery Girl se tomó su tiempo, como si considerara varias respuestas antes de decidirse por la más simple.

"Porque eres un muchacho lleno de juventud" Dijo finalmente, con una sonrisa apacible. "Y la juventud… cuando tiene ese fuego tuyo, no puede medirse con la misma regla que al resto"

Reiji frunció el ceño. No parecía satisfecho.

"¿Eso justifica usarme como conejillo de indias?"

"No. Pero tampoco lo hicieron para lastimarte" Respondió ella con amabilidad, pero sin suavizar del todo sus palabras.

"Entiendo..." Murmuró él, desviando la mirada. Efectivamente solo lo estaban poniendo a prueba, su acceso a U.A y la seguridad de Himiko estaban garantizadas.

Recovery Girl suspiró, con una dulzura vieja que solo tienen quienes han visto muchas generaciones pasar.

"A veces, los adultos se olvidan de que ustedes son más que potencial"

Él no respondió. Solo apretó los puños ligeramente, ahora aliviados de tensión pero no de pensamientos.

"Descansa bien" Añadió ella mientras retrocedía un paso

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