Brujo rúnico

Chapter 28: La Gran Tumba de Nazarick II



Habían pasado al menos dos horas desde que entraron a la tumba y, para decirlo suavemente, era una completa y absoluta mierda. Hekkeran no podía creer la cantidad de trampas, monstruos y venenos que habían encontrado durante ese tiempo.

Al principio se trataba de simples esqueletos y uno que otro zombi, pero a medida que avanzaban se empezaron a sumar liches menores, esclavos vampiros y otros no-muertos de mayor rango. Aun así, hubiera estado bien si solo se tratara de los monstruos, pero este lugar estaba repleto de trampas tanto mecánicas como mágicas y más de un par de veces estuvieron a punto de quedar atrapados de no ser por la rápida reacción de Marck.

Y ese era otro gran problema en la mente de Hekkeran. Marck era, por mucho, quien estaba en mejor estado a pesar de haber atravesado por los mismos obstáculos que el resto de ellos, además, el hecho de que pudiera encontrar y desactivar trampas que incluso Imina no era capaz, casi confirmó que esta tumba era la dichosa Nazar, o como se llame, que había mencionado anteriormente lo que lo convirtió en el líder de facto de la exploración ya que era quien más sabía del lugar. Incluso los miembros de Foresight lo estaban escuchando como si fuera el líder y eso a Hekkeran no le gustaba ni un poco. Sus celos y su rabia hacia el vampiro eran más que obvios para el resto del grupo generando incomodidad por parte de sus compañeros que se sentían culpables por la actitud de su líder, pero a Marck parecía no importarle en absoluto. Después de caminar por más pasillos oscuros y derrotar un par de esclavos vampiro que aparecieron, Marck se acercó a Arche para tener una conversación en voz baja.

- Arche, a partir de ahora sigue mis instrucciones sin vacilación. Un segundo de duda puede costarte la vida incluso si intento protegerte – susurró con voz seria a lo que la hechicera simplemente asintió.

Imina, cuyos sentidos eran más agudos que los de un humano, logró captar lo que dijo el vampiro y decidió seguir el mismo consejo incluso si no estaba dirigido a ella al mismo tiempo que se preguntaba cuál era la relación verdadera entre su amiga y el líder del otro equipo. Hekkeran, que ya estaba harto de tener que obedecer a Marck, se adelantó rompiendo la formación en la que estaban avanzando, una que permitía a Marck descubrir las trampas ocultas antes de que fuera tarde, y gracias a eso no se dio cuenta cuando piso el activador de una trampa mágica. Marck, que notó la trampa demasiado tarde solo alcanzó a gritar un "prepárense" antes de que la luz los rodeara por completo y desaparecieran del lugar.

(***)

Cuando la luz desapareció, los 7 se encontraban en un lugar completamente distinto. Era un corredor oscuro que se dirigía hacia una entrada bloqueada por pesadas rejas de acero. El pasillo estaba tenuemente iluminado por algunas antorchas esparcidas en las paredes. Mientas la mayoría de ellos procesaba el cambio de locación, Marck ya había comenzado a inspeccionar el lugar tratando de descubrir dónde estaban.

- ¿Qué demonios te ocurre, imbécil? Activaste una trampa mágica porque no podías cumplir un papel simple en la formación que establecimos – se quejó Silvia en voz alta.

- Silencio, perra. No recuerdo que fueras la líder de mi equipo – respondió con un grito Hekkeran que poco a poco se iba perdiendo en su rabia.

- ¿De qué estás hablando? Tú y tu equipo estarían muertos desde hace una hora si no fuera por Marck. ¿Cuál es tu maldito problema? – esta vez fue Glenda quien arremetió.

- Mi problema es ese idiota que trajo a sus dos perras a pasear en una misión de vida o muerte.

- Hekkeran, ¿qué te ocurre? Estás actuando fuera de lugar – Arche trató de calmar la situación, pero no esperaba convertirse en un blanco de su antiguo amigo.

- Tú menos que nadie puedes hablar. Planeas abandonar el equipo para irte con este imbécil ¿no es así? Dime, ¿desde hace cuánto tiempo estás abriéndole las piernas? Tal vez él sea quien te pueda devolver a la vida que estás acostumbrada ¿verdad, señorita noble?

- Idiota – susurró Imina al escuchar lo que dijo.

Hekkeran era un hombre con muchos defectos, pero sabía cómo mantener la compostura en público por lo que eran pocos y distantes entre sí aquellos que conocían esta faceta suya. Pero en esta situación, con sus vidas pendiendo de un hilo, su mujer (en su mente) traicionándolo por otro, su equipo siguiendo el liderazgo de otra persona, e incluso Imina, a quien consideraba su juguete favorito, lo estaba evitando. Todo por culpa de un hombre que tenía lo que él quería.

Sí, Hekkeran era un bastardo ególatra y egoísta que pensó que era su derecho divino conseguir todo lo que quisiera y cualquiera que se interpusiera en su camino sería asesinado. Pero esta era la primera vez en años que no solo no podía matar a algún bastardo, sino que incluso le debía la vida. Semejante humillación fue suficiente para hacerle perder los estribos y cuando, por su culpa, cayeron en una trampa y le recriminaron por ello no pudo aguantar más y explotó.

- Un mocoso sin control de sus emociones. ¿Cómo es que llegó a liderar a alguien? – comentó Marck como si nada de lo ocurrido tuviera que ver con él y esa fue la gota que colmó el vaso.

Hekkeran desenvainó su espada para atacar, pero antes de hacer cualquier movimiento fue detenido por una nueva voz.

- Eto... queridos invasores si ya terminaron de discutir ¿serían tan amables de seguirme? Es de mala educación hacer esperar al Ser Supremo – la voz aguda y tímida provenía de una pequeña niña con largas orejas, piel bronceada, cabello rubio corto y ojos heterocromáticos vestida con un traje de cuerpo entero con escamas de dragón azul cubierto por un chaleco blanco y dorado bordado, una falda corta del mismo color que llegaba a la mitad de sus muslos y una capa de hojas.

La tensión aumentó entre todos ya que ninguno, ni siquiera Marck, fue capaz de detectarlo. Sin embargo, antes de que pudieran pensar en eso con más profundidad, el vampiro mayor simplemente asintió y, sin prestar atención a Foresight más que para dirigirle una mirada a Arche, se encaminó por el pasillo hacia las rejas. Marck notó las miradas curiosas que de vez en cuando le daba la chica elfa oscura, pero tenía más o menos una idea del motivo por lo que no dijo nada.

- Este lugar me recuerda a la gran arena en el imperio – Imina rompió el silencio incómodo al notar las decoraciones del lugar.

- No sé qué es esa gran arena, pero es imposible comparar la creación de los Seres Supremos con alguna construcción humana – comentó la niña en voz baja y nadie habló después de eso.

Al salir del corredor se encontraron en una especie de coliseo. La arena ovalada de unos 180 metros de largo estaba rodeada por gradas repletas de golems que cumplían la función de espectadores. Un gran palco en lo alto de las gradas funcionaba como salón VIP y desde allí se podían escuchar voces y murmullos. Finalmente, al mirar hacia arriba un cielo estrellado y hermoso cubría la totalidad del lugar.

- ¿Salimos de la tumba en algún momento? – se preguntó Arche en voz alta.

- Ese cielo es falso – respondió Marck.

- ¿Oh? Alguien capaz de descubrir la verdad, ya veo – una nueva voz, baja, soberbia e imponente resonó en el lugar mientras la entrada directamente contraria a la que ellos usaron se abría.

- ¡Arche! – llamó Marck y de inmediato calló sobre su rodilla seguido de inmediato por sus novias vampiro, la hechicera y, curiosamente, la semi-elfa del otro equipo.

Hekkeran y Roberdyck permanecieron de pie. El primero porque no estaba dispuesto a seguir escuchando a Marck y el segundo simplemente no era capaz de seguir la situación actual del todo, por lo que perdió la oportunidad de actuar.

- Bueno, esto es... interesante – volvió a decir la voz mientras su dueño se revelaba.

Una figura esquelética y alta caminaba con paso tranquilo. Su figura era humanoide, pero sus huesos no parecían coincidir con los de un humano. Detrás de sus costillas, un orbe rojo brillaba tétricamente y en sus ojos dos puntos como flamas bailaban. Llevaba puesto un par de pantalones de cuero y una espada en su mano. Sin mirar al resto de los presentes, se dirigió directamente al hombre arrodillado.

- Dime, ¿acaso me conoces? – preguntó el esqueleto.

- No en persona, excelencia, pero he oído de sus hazañas – respondió el vampiro con tono mesurado.

- Je, ¿y exactamente dónde escuchaste tales hazañas?

- Están escritas en la historia del reino.

- Si estás mintiendo tu destino será mucho peor que la muerte, ¿lo sabes?

- Estoy enterado, sí.

- Jaja... jajajajaja... jajajaajaajaaj – el hombre de huesos se rio a carcajadas provocando escalofríos en los humanos presentes antes de que su risa se detuviera abruptamente. – Bien, si tienes manera de probar lo que dices, tú y los tuyos pueden esperar en las gradas y luego hablaremos.

- Gracias por su comprensión excelencia. En cuanto a la prueba, si me lo permite traigo una carta dirigida "a cualquier guardián de Nazarick para ser entregada al gobernante de la muerte", pero viendo que dicho gobernante está frente a mí creo que es mejor entregarla directamente.

En ese momento, la pequeña elfa que se había quedado en silencio, se acercó a Marck estirando la mano a lo que el vampiro tomó la carta de su abrigo y la entregó sin demoras.

- De acuerdo. Como dije antes, tú y quienes te siguen pueden esperar en las gradas. Mare, por favor guía a nuestros invitados. En cuanto a ustedes dos - las cuencas vacías y ardientes se dirigieron hacia los dos hombres que no entendían realmente la situación. – Creo que es momento de seguir con el programa.

(***)

Ainz Ooal Gown, el Señor Supremo de la Muerte, había estado esperando este momento por algún tiempo, pero incluso él se sorprendió por cómo terminó todo. El "descubrimiento" de Nazarick por parte del imperio fue en realidad parte del plan de Demiurge para darse a conocer en el panorama político internacional y una tapadera conveniente para que el mismo Ainz probara sus habilidades como guerrero sin destruir su imagen ante los NPC's, es por eso que realmente no tenía muchos pensamientos sobre los insensatos que invadirían su dominio.

Eso fue hasta que hizo la pregunta en la mansión Femel y obtuvo una respuesta interesante. Aun así, no pensó en eso más allá de ordenar a sus súbditos que estuvieran atentos al actuar del grupo no-muerto. Pero quien diría que el mismo grupo lo sorprendería nuevamente al sobrevivir a casi todas las trampas del primer piso sin activar la mayoría por lo que decidió dejarlos vagar por el segundo piso hasta que pudieran transportarlo al anfiteatro.

En ese momento Ainz ya había decidido que esos tres serían sus compañeros de prueba. Pero el destino tenía otros planes al parecer. Debido al actuar estúpido de un miembro del otro grupo que los estaba acompañando, aquel al que pertenecía la chica que respondió de forma diferente al resto, cayeron en una trampa mágica y fueron transportados al interior del coliseo para esperar su enfrentamiento.

Fue entonces que el no-muerto fue sorprendido por tercera vez por la misma persona cuando el hombre (que ahora sabía que era un vampiro gracias a Shalltear) identificó el cielo creado por Blue Planet como falso. Eso por sí solo fue una señal de advertencia ya que nadie de este mundo debería ser capaz de descubrir tal cosa.

Fue entonces que se dio cuenta. Efectivamente nadie de este mundo podría descubrirlo, pero ¿alguien de Yggdrasil? Probablemente cualquier jugador sabría este hecho debido a la infamia de la única mazmorra inconquistable. Ahora bien, normalmente la sola posibilidad de que hubiera otro jugador estuviera tan cerca de su hogar sería suficiente para volverlo loco y aumentar sus defensas al máximo, pero en ese momento recordó que probablemente uno de sus amigos más cercanos estaba en ese mundo también y que si había alguien lo suficientemente loco para enviar un mensajero directo a la tumba cuando era obvio que el Overlord estaría allí ese sería precisamente el hombre más desquiciado que conoció en sus 12 años de juego: el Brujo rúnico.

Una vez que ese pensamiento se metió en su cabeza fue imposible sacarlo y por lo tanto le habló directamente al vampiro para descubrir la verdad. El hecho de que apenas dejó notar su presencia tanto el hombre como sus seguidores cayeron de rodillas solo sirvió para confirmar sus sospechas y cuando respondió las preguntas que hizo fue la cereza del pastel. Ahora estaba confirmado, Magnus estaba en el nuevo mundo, y si él estaba aquí lo más probable es que sus discípulas también, aunque se preguntaba si, igual que Nazarick, su isla también había venido a este mundo.

Cuando envió a sus invitados a las gradas para que disfrutaran el espectáculo notó como el vampiro le daba a la mujer semi-elfa una mirada escrutadora pero no dijo nada.

¿Tendrían algún tipo de problema entre ellos? Nunca le gustó que se dieran peleas entre amigos, pero pensó que no era su lugar entrometerse en las relaciones de los demás y decidió simplemente ignorarlos.

Imina no tenía idea de lo afortunada que había sido por seguir sus instintos. Manteniendo la cabeza baja se acercó a Marck y sus acompañantes quienes la miraron con sonrisas burlonas, pero no mencionaron el hecho de que básicamente se coló en su grupo para salvar su vida.

- Creo que es hora de seguir con el programa – la voz de Ainz resonó en todo el anfiteatro. – A partir de ahora ustedes dos me servirán como compañeros de entrenamiento. Si logran impresionarme les concederé una muerte sin dolor.

- ¡Bienvenidos! – una nueva voz enérgica se escuchó cuando Ainz terminó de hablar y un pequeño niño elfo oscuro, muy parecido a la niña de antes, aterrizó en el centro de la arena. – Aunque tuvimos algunos retrasos menores el momento que todos estaban esperando está aquí – cuando dijo aquello todos los golems en el público empezaron a golpear sus pies contra las gradas como si se tratara de un gran aplauso. – El combate mortal para defender la santidad de nuestro hogar está a punto de comenzar – con cada frase del elfo oscuro la emoción aumentaba en el aire, lo que es muy extraño considerando que aparte de Marck y su grupo todos eran golems. – Por un lado, tenemos a un par de tontos invasores que no conocen su lugar como cucarachas y tuvieron la osadía de intentar profanar el hogar de los Seres Supremos – el odio y la intensión de matar dirigida a los dos fue absurda. – Por el otro, representando a la Gran Tumba Subterránea de Nazarick se encuentra el maestro de la muerte, gobernante de la tumba, el último Ser Supremo: ¡Lord Ainz Ooal Gown! – el ruido aumento desproporcionadamente cuando gritos y vítores se escucharon desde el palco VIP.

Hekkeran y Roberdyck comprendieron que no había manera de escapar de este lugar. Si lo que dijo Marck es cierto, y a pesar de su rabia Hekkeran es consciente que no había mentido hasta el momento, entonces no importa a donde huyan seguirán atrapados a menos que logren descubrir dónde están, pero como llegaron mediante teletransportación forzada no tenía ni idea de qué lugar era ese.

Aparte de todo vio como no solo Arche, quien ya había dicho que los dejaría, sino también Imina, su Imina, SU JUGUETE, le había dado la espalda y había seguido al imbécil de máscara hasta las gradas. Aun así, incluso con todos sus defectos, Hekkeran era un líder hábil cuando era necesario. Solo le tomó un par de segundos darse cuenta de que, sin importar el resultado de la batalla, no había forma de que salieran de este lugar con vida.

Fue por eso que se le ocurrió un plan. Arriesgado, posiblemente suicida y para nada bien pensado, pero un plan, al fin y al cabo. Tomando una pagina del libro de Marck, Hekkeran se preparó para realizar la mejor actuación de su vida.

- ¡Por favor espere, su excelencia! – gritó el espadachín ganándose una mirada compleja de quienes habían venido con él. – Ya que terminó sus asuntos con… Marck – la última palabra goteaba odio cuando la pronunció. – Sería tan amable de escuchar mi súplica. He venido a entregar un mensaje.

Cuando esas palabras salieron de sus labios las personas presentes tuvieron diversas reacciones. Arche, Imina y Roberdyck entendieron que se trataba de un farol y pusieron expresiones complejas; Marck solo negó con la cabeza como si no pudiera creer lo estúpido que era Hekkeran; los elfos oscuros observaban al hombre con curiosidad; y Ainz detuvo sus movimientos y dirigió su mirada al espadachín.

- ¿Un mensaje? ¿Acaso hay más de mis amigos en este lugar y no lo sabía? – Ainz habló para sí mismo, pero fue suficiente para que Hekkeran lo escuchara.

- Exactamente excelencia, es un mensaje de su amigo – gritó el hombre.

- Y dime, muchacho, ¿cómo se llama la persona que envió el mensaje? – inquirió el Overlord.

- N-no dijo su nombre – comenzó Hekkeran y en seguida notó que no era lo correcto para decir cuando Ainz reanudó su marcha. – Pero dijo que si era usted seguramente lo reconocería – Una vez más los movimientos de Ainz se detuvieron.

- ¿Cómo era esta persona?

- Gr-grande. Muy grande y b-brillante – En ese momento el espadachín estaba al borde de su ingenio y no tenía idea de lo que decía. Curiosamente su vaga descripción coincidía con la de uno de los amigos del esqueleto lo que le dio credibilidad a su historia.

- Muy bien. Si es cierto lo que dices garantizaré sus vidas y podrán salir de Nazarick en paz – dijo Ainz después de pensarlo un poco. – Ahora dime, ¿cuál es el dichoso mensaje?

- Sí. Esa persona nos dijo que enviáramos sus saludos a Ainz Ooal Gown, gobernante de Nazarick, y que espera reunirse pronto – Al ver que le creían Hekkeran pensó que estaba a salvo. Se equivocó.

- ¿Envió sus saludos a Ainz Ooal Gown? – preguntó el Overlord en voz baja y Hekkeran, sin notar su cambio de actitud, asintió a su pregunta.

De repente un poder oscuro y malévolo surgió en la arena con Ainz como epicentro. Un aura oscura rodeaba el cuerpo del señor de la muerte y las flamas en sus cuencas oculares ardían como un infierno. El suelo se quebró mientras grietas y destrucción se extendían desde Ainz hacia el resto de la arena.

- ¿Te atreves? – la voz de Ainz era imponente y llena de ira. – Ustedes, asquerosos ladrones, entran a mi hogar, el hogar que construí con mis amigos, tratan de saquear nuestras riquezas, destruyen nuestras defensas y asesinan a nuestros guardias solo por la codicia que nubla sus corazones y cuando me dispongo a castigarlo por sus transgresiones ¿qué hacen? – con cada palabra el aura de desesperación se hacía más profunda hasta el punto que Marck tuvo que cubrir a Arche e Imina con un hechizo de protección para evitar los efectos negativos. – Ustedes, insectos, se atrevieron a utilizar el nombre de mis amigos para tratar de engañarme. ¡A mí! ¡EN MI CASA! Su muerte no será pacifica – sentenció el amo de la tumba y nadie pudo decir nada más.

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Wenaaaassss

¿Qué tal el capítulo? Siempre me pregunté que le pasaba por la cabeza a Hekkeran para tratar de engañar a alguien tan obviamente superior a él.

Imina y Arche se han salvado de sus trágicos destinos y el grupo de Marck cumplió su misión principal por lo que se tomaran un merecido descanso.

Si les gusta la historia dejen una reseña y una piedra de poder.

Dejen sus opiniones en los comentarios.

Nos vemos!!!!

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