Brujo rúnico

Magnus y Morgan caminaban en ese momento por las bulliciosas calles de Phartur' mientras disfrutaban de un raro momento de ocio juntos.

Todos los que tenían algún cargo importante dentro del reino habían estado en un frenesí de actividades sin fin, pero había valido la pena, a estas alturas habían descubierto los aspectos más importantes de la vida en el nuevo mundo y, para el burjo, eso contaba como una victoria.

Caminar por las ciudades de la isla se había vuelto una especie de pasatiempo para Magnus, Tiaamat y Morgan, quienes se aseguraban de sacar un tiempo todos los días para hacerlo. Aunque a veces cada uno visitaba una ciudad diferente y conversaba con sus habitantes, esta vez Magnus decidió invitar a su esposa a una cita en la capital del reino.

Los ciudadanos al principio no sabían cómo reaccionar cuando sus reyes se acercaban a ellos y entablaban conversaciones como si fuera lo más normal del mundo, sin embargo, después de pasar por lo mismo casi todos los días habían logrado acostumbrarse un poco, aunque todavía era obvia la emoción que los llenaba cada vez que los veían disfrutando de las cosas más sencillas como si fueran una simple pareja en una cita y no los gobernantes absolutos de un reino imbatible.

Observando a los comerciantes ocuparse de sus negocios, niños corriendo y jugando, parejas paseando y familias disfrutando su día, Magnus se sintió orgulloso del paraíso que gobernaba. Reafirmó en su mente la idea de que sus súbditos ya no eran simples datos de relleno en la configuración de su territorio, eran personas reales que le confiaron su bienestar a él y a sus compañeras.

Eran su responsabilidad y eran su familia.

Sabía que al ingresar al escenario internacional tendría que enfrentarse a diversos obstáculos, pero se juró a si mismo que haría hasta lo imposible por asegurar el bienestar de su isla sin importar quién o qué se interpusiera en su camino.

Todo eso, sin embargo, podía esperar hasta después de su cita.

Tomando la mano de Morgan la condujo por las calles de Phartur' deteniéndose de vez en cuando en los puestos que llamaban su atención e incluso comprando en algunos de ellos, lo que terminó en un debate sobre si era apropiado que los reyes pagaran por lo que consumían, pero Magnus no aceptó ningún argumento y terminó pagando incluso más de lo necesario. Después de todo, el dinero volverá a él en algún punto gracias a los impuestos, y aun si no lo recupera no estaría molesto en lo más mínimo ya que, al fin y al cabo, era dinero gastado en su chica.

Después de pasear durante un rato decidieron cambiar de lugar para finalizar su cita. Magnus usó sus runas para transportarlos a un claro oculto cerca de Jur, un lugar hermoso descubierto por Tiaamat durante los primeros meses de Elion y que se había convertido en una especie de oasis para ellos. En el centro del claro, un pequeño estanque los invitaba a disfrutar de la tranquilidad y la belleza de la naturaleza.

- Es mucho más bello en la vida real – comentó Morgan mirando el paisaje frente a sus ojos.

- La simple belleza no alcanza a describir – respondió Magnus, pero a diferencia de Morgan él la estaba observando a ella.

Morgan, que notó la mirada que le estaba dando, se sonrojó un poco al escuchar sus palabras. Siempre había sido débil ante los halagos de Magnus. Tratando de ignorar su vergüenza, la reina se acercó poco a poco a la orilla del estanque y se sentó con solo sus pies dentro del agua mientras chapoteaba como una niña.

Magnus solo se río de la vista antes de comenzar a desvestirse quedando solo en un par de boxers negros y se dispuso a nadar un rato. Ahora bien, en Yggdrasil no existían ese tipo de artículos ya que no estaba permitido que los jugadores o NPC's se desnudaran entonces ¿cómo obtuvo Magnus sus boxers?

Digamos que en Bahoom hay una joven Aracne que recientemente obtuvo nueva inspiración, no solo para prendas sino también para sus noches solitarias y dejémoslo así.

Mientras Magnus nadaba escuchó el sonido de Morgan entrando al agua. Al voltear a verla se pudo escuchar como tragó saliva ante la vista. Morgan estaba tan desnuda como el día que nació mientras se adentraba en las aguas del estanque con paso lento y deliberado disfrutando de la mirada que estaba recibiendo.

Morgan era más baja que Tiaamat, llegando solo a los 168cm, pero su cuerpo estaba más desarrollado que el de su hermana. Sus pechos eran de copa D y se mantenían firmes ante la gravedad, con pezones invertidos rodeados de una aureola rosada y resaltados por las pocas escamas que cubrían su escote. Su cintura delgada y sus amplias caderas lo tentaban con cada movimiento. Su enorme trasero, visible incluso desde el frente, se balanceaba de un lado a otro y sus gruesos muslos, medio cubiertos por el agua, enmarcaban y protegían su reluciente feminidad.

Después de dejar que Magnus disfrutara del espectáculo Morgan se zambulló en el agua y nado hacia él antes de rodearlo con sus brazos y darle un beso.

- ¿Ves algo que te guste? – preguntó con un ronroneo.

- Todo – respondió Magnus con voz ronca mientras rodeaba su cintura en un abrazo y una de sus manos se posaba en su trasero. – Eres una pequeña descarada ¿no es así? Tentando a un alma pura como yo para que caiga en el pecado y el libertinaje.

- ¿Qué harás al respecto? ¿Acaso me castigarás como a Tiaamat?

- ¿Es eso un desafío?

- Tal vez.

En lugar de responder Magnus tomó la iniciativa y selló sus labios con un beso apasionado al mismo tiempo sus manos recorrían el cuerpo de Morgan con caricias suaves. Después de unos segundos separaron sus labios, pero mantuvieron juntas sus frentes mientras sus respiraciones se entrelazaban.

Mirando a los ojos morados de su pareja Magnus sintió como una extraña conexión se formaba entre ambos, algo muy parecido a lo que sintió con Tiaamat en su momento. Estaban juntos más allá de los títulos, se pertenecían mutuamente en cuerpo y alma, y el brujo estaba seguro de que si Morgan en ese momento le pedía el mundo él se lo daría sin dudar un segundo.

Así de fuerte eran los sentimientos dentro de Magnus.

Permanecieron en silencio un rato compartiendo besos y caricias sin hacer nada más que eso. Compartiendo la intimidad del momento y disfrutando de la presencia del otro. Solo un momento de paz en el que el mundo no importaba mientras estuvieran juntos.

- Magnus, te quiero – dijo Morgan después de un rato con la mirada fija en sus ojos plateados. – Quiero que hagas tuyo este cuerpo, después de todo el resto de mí ya te pertenece.

Magnus no esperó a que lo dijera de nuevo antes de tomarla en brazos y caminar hacia la orilla donde sacó una manta (capa de rango legendario) de su inventario y la recostó sobre ella antes de volver a tomar sus labios.

- Eres hermosa – dijo mientras se alejaba de su boca. – Cada parte de ti es perfecta – sus manos no dejaron de acariciarla con suavidad ni un segundo. – Tu rostro – dijo mientras dejaba un beso en sus mejillas. – Tu piel – sus labios dejaron un camino húmedo por su cuello – Tus pechos que me tientan – su boca trabajó para lograr sacar su tímido pezón de su escondite antes de dejarle un suave mordisco. – Todo de ti es perfecto para mí.

Magnus no detuvo su camino y sus besos siguieron trazando su cuerpo. Bajó por su abdomen y, evitando su centro, se dedicó a dejar besos húmedos por sus piernas. Separando sus muslos se acercaba peligrosamente a su entrada goteante pero solo la alcanzaba con su aliento mientras seguía jugando en las cercanías de su sexo. Morgan, que estaba sufriendo tal tortura finalmente no pudo soportarlo más y suplicó.

- Por favor… deja de jugar – pidió entre jadeos frustrados y Magnus obedeció de inmediato.

Sin previo aviso el rey de la isla clavó su cabeza entre dos muslos lechosos para encontrarse con su premio. Su lengua saboreó sus jugos y acarició su clítoris mientras él usaba sus dedos para separar esos labios sellados que protegían el lugar más sagrado de su mujer. Pronto su lengua encontró un lugar entre sus pliegues y con una habilidad experta estimuló los lugares correctos provocando gemidos y maullidos por parte de la reina.

- Mmmm sí, justo ahí – gemía Morgan con sus manos enredadas en el cabello negro de Magnus hundiendo su rostro todavía más contra su entrepierna.

Magnus, desde su posición, observaba la expresión de Morgan embriagado de orgullo al ver las expresiones en su rostro y saber que esa reacción se debía enteramente a él y que esas expresiones nunca serían vistas por nadie más.

- ¡Mierda! Si sigues haciendo eso no aguantaré mucho más tiempo – gritó Morgan después de un rato.

- No tienes que hacerlo – Magnus detuvo su trabajo de lengua el tiempo suficiente para hablar. – Córrete para mí. Deja de contenerte.

Volviendo a su tarea Magnus no tuvo que esperar mucho más ya que un minuto después Morgan alcanzó su primer orgasmo dejando a un Magnus con la boca húmeda y una sonrisa en los labios.

- Delicioso – comentó y el rostro de Morgan se volvió rojo como un tomate. – Ahora, ¿deberíamos pasar al plato principal?

Sentándose sobre la manta ya bastante arrugada, Magnus llevó a Morgan a sentarse sobre su regazo. Su pene, duro como roca, rozando su raja babeante con cada movimiento de sus caderas, pero si llegar a penetrarla en realidad. Después de un par de segundos más en los que siguió provocándola, Magnus finalmente se alineó con su entrada y poco a poco fue introduciéndose en ella hasta que su punta se topó con una especie de barrera en su interior cuando solo un tercio de su longitud había entrado.

Morgan, que hasta entonces había sido pasiva, tomo la iniciativa esta vez y con un empujón, bajó completamente sus caderas recibiendo a su hombre en lo profundo de su coño. La sensación de ser estirada desde adentro fue extremadamente placentera, aun más teniendo en cuenta que su nuevo cuerpo, al ser virgen esta vez, se adaptaría y tomaría la forma perfecta para Magnus, algo que al pensarlo la excitaba muchísimo. Sin demorarse más empezó a mover sus caderas en círculos, lentamente al principio, pero aumentando la velocidad gradualmente, mientras sus manos recorrían el pecho del brujo.

- ¡Oh mierda! Eres más grande que antes – gemía Morgan sin detener sus caderas.

- Bueno, gracias. Y tú estás estúpidamente apretada, tus paredes vaginales se adhieren a mi polla como un guante y se siente como el paraíso – Magnus tampoco estaba quieto durante su encuentro, sus manos se centraron en el pecho de la dragona.

Moviendo su mano derecha desde su posición en los senos de Morgan la dirigió hacia su trasero y, sin ninguna contemplación, le dio una sonora bofetada obteniendo uno de los mayores gemidos de la noche por parte de Morgan lo que le provocó una sonrisa. Pero ese no era su verdadero objetivo. Deslizando su mano un poco más Magnus separó sus nalgas y con su dedo índice comenzó a molestar su entrada trasera.

Contrario a lo que se podría pensar Morgan no se molestó por eso, o siquiera intentó detenerlo, sino que, por el contrario, se encontró gimiendo más fuerte y moviéndose para darle un mayor acceso a su culo.

- Alguien está ansiosa por recibirme en este lugar ¿no es así? – se burló Magnus, pero solo obtuvo un maullido por respuesta. – Pero hoy no estrenaré este agujero. Esta noche quiero pintar de blanco tu matriz.

Y con esa frase Magnus se movió colocando a Morgan de espalda sobre el suelo y el sobre ella entre sus piernas abiertas. Tomando sus tobillos los dobló hasta que estuvieron justo a los lados del rostro de la reina en una prensa de apareamiento.

- Voy a ser un poco rudo, ¿está bien? – Morgan notó la mirada llena de pura lujuria de Magnus y solo consiguió dar un leve asentimiento antes de que el brujo empezara a moverse.

Con más fuerza y velocidad que antes Magnus continuaba hundiéndose y disfrutando de las sensaciones que su vagina le estaba brindando. El golpear de carne con carne resonaba en el claro solo superado por los gemidos de la reina de Elion que había caído en la depravación. En ese momento todo lo que a Morgan le importaba era que su hombre siguiera golpeando su coño como si no hubiera un mañana hasta que su racionalidad abandonara su cuerpo.

- Más, más más. No pares maldita sea. Fóllame hasta el cansancio. Márcame como tuya – a diferencia de Tiaamat que tenía una personalidad dominante que se transformaba en sumisa con Magnus, Morgan era principalmente tímida hasta que se excitaba lo suficiente. En ese momento se volvía una completa zorra, pero Magnus estaba feliz, después de todo era SU zorra. - ¡Joder, estoy a punto de correrme! No pares.

- ¿Quién dijo algo de parar? – Magnus aceleró sus embestidas. Mierda, mierda, mierda, mierda… ¡¡¡¡Me estoy viniendoooo!!!!

Magnus observó como la espalda de Morgan se arqueó mientras su expresión reflejaba solo éxtasis y su grito se volvía mudo del esfuerzo. Sin detenerse siguió empujando, provocando un segundo y tercer orgasmo en cadena, pero eso resultó ser demasiado incluso para él ya que la presión que estaban ejerciendo las paredes de Morgan sobre su pene fue suficiente para hacerlo llegar a su propio orgasmo.

- Estoy por correrme. Morgan, recíbelo todo dentro de ti – con esas palabras dio una última estocada antes de dejarse ir y pintar de blanco el interior de esa vagina recientemente remodelada. Se separaron y se acostaron uno junto al otro sobre una manta muy manchada disfrutando del resplandor posterior a su intensa actividad.

- Eso fue maravilloso – dijo Morgan en un susurro. – Finalmente pude darte mi primera vez – cuando se conocieron Morgan, a diferencia de su hermana, había tenido una relación antes por lo que su primera vez no fue con Magnus, una ventaja que Tiaamat muy felizmente usaría sobre ella en cualquier discusión.

- Je, ¿sigues pensando en eso? – se burló el brujo mientras acariciaba los costados de su vientre.

- No eras tú quien tenía que soportar a Tia jactándose. Pero ya no más, ahora también tienes mi primera vez – dijo con una gran sonrisa antes de darle un pequeño beso. - ¿Podemos quedarnos así un rato? Todo el tiempo que quieras.

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Wenaaaassss

¿Qué tal el capítulo? Hoy traje un capítulo ligero para ambientar un poco la relación de Magnus con sus parejas, aunque se me dificulta un poco escribir, no solo escenas de sexo, sino también romance en general intentaré mejorar con el paso de la historia.

Si les gusta la historia no olviden votar y si dejan una reseña les estaría muy agradecido.

Dejen sus opiniones en los comentarios.

Nos vemos!!!!

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