Sistema cultista en marvel

El barco llegó a las costas de la isla al dia siguiente.

Con una ayuda de Levy para empujar el bote de una forma algo escondida, el viaje se accortó mucho.

Justo al dia siguiente, con el sol en diagonal despues de su salida, a lo lejos, pudo verse la isla.

Normalmente, la isla estaría envuelta en niebla y tormentas, pero solo para los extranjeros, para el barco donde iba Victor, era una isla paradisiaca mas.

...

..

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Bern se paró serca de la borda del barco.

A su lado, estaban su esposa y su hijo de 12 años.

La brisa marina salpicaba sus ropas y sombreros, algunas aves costeras bailaban encima del barco con el viento de olor salado.

En este momento, se suponía que sería el inicio de sus nuevas vidas, sin embargo, Tanto Bern, su esposa y otros pasajeros veían esta isla con preocupación.

Bern era anteriormente un trabajador de fábrica, y antes de eso, fue a la guerra, si, era un exnazi, aunque cuando acabó la guerra, lo indultaron y dejaron libre despues de muchos interrogatorios y constantes juicios, la verdad fue que su vida apartír de ahí no fue nada buena.

Vivía en Berlín, la zona central donde la guerra fri actual se estaba dando, ssoviéticos contra los tres aliados de francia, bretaña y estados unídos. En esta batalla de tres bandos, tipos perdedores de la guerra como el, no tenían cabida ni vida.

Las compras, la vida y la estancia en una ciudad como esa era realmente complicada, con las palabras familiares, "si supiéramos lo que ustedes hicieron, habríamos matado mas alemanes", una frase en la que los dos bandos en actual conflicto, hacían de forma unida y casi cordinada.

Esto hizo que despues de mucho tiempo, decidiera irse.

Era solo que, tenía la idea de irse, pero no sabía a donde largarse sin que su pasado lo persiga.

Así llegó esta oportunidad.

Trabajaba para el mercado negro, con esto, pudo apoyar a su familia durante mucho tiempo, incluso haciendo que su familia dejara de estár en la decadencia, aunque la malicia externa seguía ahí, cuando tenían los estómagos llenos, no importaba mucho.

Pero, el mercado cerró, la vida antes tranquila y próspera tenía que acabar, y para el estado soviético actual, no era algo agradable contratar soldados nazis para los distintos puestos que estaban implementando en el actual gobierno comunista.

De esta forma, lo decidió junto a su familia.

Viajar al lugar que estas personas prometieron que sería un nuevo inicio, aunque no sabían a donde irían.

Los rumores dijeron que sería hacia FRancia, otro que Italia, algunos se fueron a sudamérica,pero al final, todos no tenían ninguna prueba de lo que decían y al final las palabras solo llegaban a suposiciones.

Así que cuando llegaron a una isla, la isla que tenían frente a ellos actualmente, fue algo inesperado y que hizo preocupar a los ahora futuros habitantes.

[Esto es una isla?, ¿Saben el nombre?]

Preguntó Magda, la esposa de bern, su rostro, tenía tonos de preocupación mientras veía la isla de un tono verde y frondoso, pero que no parecía haber sido habitada.

Bern negó con la cabeza.

[No.. pero, supongo que nos lo dirán, supongo]

Bern tambien parecía complicado, buscó en las orillas, buscando algúna casa, algún faro, algún edificio, pero mientras mas se asercaban, mas notaba que este lugar parecía decierto.

Las voces de confución no se hicieron faltar, y pronto, la gente que tenía la misma confución sonaban una tras otra en el lugar.

¿Donde está el nuevo hogar prometido?

¿Donde está el inicio prometido?

Ante varias preguntas constantes, una sensación de fraude pareció llenar la mente de todos los pasajeros.

Bern tomó las manos de su esposa e hijo y caminaron hacia el centro de la enbarcación, quería encontrar uno de los oficiales, tal vez el mismo capitan para interrogarlo, sin embargo, justo antes siquiera de lograr dar unos pasos hacia el interior del bote, los sonidos de exclamaciones y demás sonaron en el barco.

[¿Que pasa?]

Pregunto Magda, Bern negó con la cabeza en confución, abrió la boca para responderle, pero en ese momento, una escena que bien se podría llamar como un milagro divino sucedió frente a ellos.

Un hombre se levantó entre la multitud, no solo se levantó, sinó que flotó por encima de todos con un par de alas blancas gigantescas que crecían en su espalda y voló lentamente como si quisiera que todos lo vieran y no se perdieran nada de el mientras volaba frente al barco, delante de todos los pasajeros sorprendidos que veían esta escena.

[Santo-]

Bern, magda, su hijo y docenas de otras familias tenían expreciones aturdidas mientras veían esto.

La figura, un hombre que cargaba con una túnica de una especie de sacerdote se levantó con las manos ligeramente abiertas hacia la multitud.

[Mi gente, yo soy Victor-]

...

...

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El barco se mantuvo en un silencio sepulcral mientras victor comenzaba una charla digna de cualquier estáfa piramidal.

Se sentía bastante cansado, usar la magia de transformación para crear un par de alas gigantes para hacerse volar, era algo que consumía tanto su poder magico que si no se apresuraba, sentía que caería hacia el agua por debajo.

Esta magia era mas para apantallar que otra cosa, mantenerse en vuelo era tan complicado que podía sentír que para cargar su cuerpo de 100 kilos, estas alas de casi 6 metros de largo cada una, tenían que empujar una cantidad de aire asombrosa, esto hizo que a su alrededor, se creara un torbellino que le daba cierto temperamento sagrado, pero solo el sabía que si interrumpía esto por un segundo, bien podría caer como un elicóptero sin la hélice trasera.

Aún así mantuvo su rostro sereno mientras hablaba.

[Esta es la isla magica, el lugar donde ustedes, personas que fueron bendecidas con la suerte para ser los primeros en armar nuevas vidas, un nuevo nacimiento en lo que será la próxima ciudad magica mas próspera de todas]

Victor levantó sus manos al aire.

Esto hizo que algunos miembros de el culto que estaban entre la gente, se levantara en vítores y exclamaciones de alegría.

Claro, Victor no traería aquí a solo gente común, una cantidad selecta de creyentes fieles fueron traídos, por eso, incluso si una gran parte de las personas en el barco aún se mantenían aturdidas por ver a un hombre volar, siguieron el ritmo de todos y aplaudieron.

Victor asintió con satisfacción.

[Señores, esta isla es la isla prometida, el lugar donde cumpliran sus sueños, no les faltará comida, tampoco les faltará techo, sus hijos podrán aprender la magia y tambien, ustedes, podrán tener vidas pacíficas y felíces aquí]

Victor habló con gran fuerza.

Mientras lo hacía, dos círculos magicos se formaron por encima de su espalda, y de estos, dos flugeloid salieron, seguídas de otras 10 flugeloid.

Esto hizo que en un instante, las expreciónes aturdidas de muchas personas, parecieran mas aturdidas.

Es decír, frente a ellos estaban viendo ángeles, literalmente.

Con un hombre a la cabeza, dos hermosas mujeres a los lados y detrás otras 10, 13 ángeles.

Parecía que una figura femenina siempre es mejor vista que un hombre, porque apartír de esto, la gente comenzó a apoyar mas el discurso de Victor.

[Pronto, pasarán por el portal magico, el cual los llevará al centro de la isla, ahí verán al protector de la isla, y donde será su próximo hogar, por la fé que dios me dio y por sus vidas y sus familias, suerte próspera]

Despues de decír esto, Victor atravezó el portal de forma llamativa, desapareciendo junto a 11 flugeloid, dejando a solo una para quedarse y abrír el próximo portal.

...

Bern quedó estupefacto, no se dio cuenta de cuando frente a la zona de enbarque del buque, se armó una especie de portal de 3 metros de diámetro por donde se podía pasar, y por encima, una hermosa mujer con alas blancas en la espalda y las caderas, con un alo en la cabeza y un vestido que aunque era olgado y grueso, sin dejar parte de piel expuesta, la figura contorneada hacía ver que era demaciado similar a un reloj de arena.

*BOOOP*

[Todos, tomen su equipaje y no lo pierdan.

¡Todos, tomen su equipaje y no lo pierdan!]

En ese momento, un hombre fornido se levantó con un amplificador en la boca y comenźo a dar órdenes a todos.

Esto hizo que las personas que se mantenían aún aturdidos y depronto, el alvoroto llenó la sima del gran barco.